EL FUTURO DE LAS ARTESANÍAS

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Imagen propia de este Blog. 

Una de las razones principales por las cuales nos motivamos a investigar sobre la cultura artesanal San Jacintera, es porqué notamos que es uno de los aspectos a los que menos importancia, relevancia y conservación se le da en este municipio. Dentro de los legados San Jacinteros está: la gaita y la artesanía. Con respecto a la gaita, existen mecanismos para preservarla, enseñándoles a los niños a tocar los instrumentos de este género musical y también existen eventos como el “Festival Autóctono de Gaitas” al cual asisten diferentes personas del mundo entero. Referente a la artesanía, sólo se realizan estudios sobre cómo se teje una hamaca o una mochila, ninguna agencia, empresa, el gobierno o las mismas personas de este municipio, se enfocan en el mantenimiento de esta tradición.

La Universidad Tecnológica de Bolívar hizo un proyecto con las artesanas de San Jacinto y las certificaron como tal, en el cual estudiaron el manejo del telar, el tiempo que emplea una ‘echada de una hamaca’, entre otros aspectos.

Una de las causas principales por las que se ha perdido esta tradición es porque desde los hogares ya no se están infundiendo estas prácticas, como se hacía unos veinte años atrás… “De pronto es motivación desde los hogares el dejar perder la tradición, porque no lo ven como un oficio que nos está dando reconocimiento a nivel local, regional, nacional e internacional. Entonces muchos papás o muchas familias no lo hacen y el pelao’ mejor se va para un billar a tomar” Ana Castro, artesana, perteneciente a la Cooperativa de artesanos San Jacinto (Coopartesanos).

Debido a la falta de enseñanza de esta tradición, en su mayoría, son las personas adultas, dentro de un rango de 40 a 60 años, las que poseen este conocimiento ancestral… “Las que tejen son las personas adultas, el desconocimiento de la técnica, el que los padres de familia no aporten a sus hijos este conocimiento, influye en la perdida de la tejeduría… Hay poca preocupación por la pérdida del oficio. Yo creo que las que estamos más preocupadas en sí, somos nosotras como artesanas, uno porque nuestro oficio y nuestra rentabilidad depende de eso, porque en un momento determinado San Jacinto quedó pobre, digamos así, porque la violencia no dejaba que pararan las camionetas a comprar lo que el comercio vendía, entonces nosotras nombramos a unas personas para que se fueran a vender a afuera y salimos adelante con la artesanía y nos pusimos a vender por fuera y a andarle y a empuja’ pero de pronto tenemos un mercado, no vamos a decir que es un mercado sostenible que nos va a durar cien años pero por lo menos nuestras familias están bien, hoy, económicamente, pero tenemos miedo de que se pierda ese legado porque hoy vamos a buscar una tejedora independiente, algunas nos responden: lo que pasa es que me pagaron desplazados y yo me hice un mercado y ya no tengo la necesidad de tejer. ¡Mira eso! Otras quizás me responden nombe ya yo estoy vieja y cansa’. Entonces ¿quiénes están tejiendo? Las personas que tienen el conocimiento, que nos hemos venido educando para esto y que tenemos ese sentido de pertenencia.” Ana Castro, artesana perteneciente a la Cooperativa de artesanos San Jacinto (Coopartesanos).

Otro de los aspectos fundamentales por los cuales se ha dejado de implementar esta práctica es porque el oficio no es bien visto por la remuneración, ya que la gran mayoría de las personas hace este trabajo independientemente, es decir no hacen parte de ninguna cooperativa u otra asociación de artesanos.

Dentro de las metodologías que pueden servir para mantener viva esta tradición está el implementar en los colegios San Jacinteros una clase en la que se enseñe al estudiante la historia y el cómo hacer la técnica de los tejidos característicos de este municipio.

 

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