SAN JACINTO: TERRITORIO ANCESTRAL Y ARTESANAL

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Foto tomada por Luis Ángel Leones Sierra.

Al escoger este tema nos hicimos la siguiente pregunta: ¿por qué investigar sobre esto? A nosotros llegaron múltiples ideas y concluimos que unos de los legados y costumbres características a nivel nacional de San Jacinto Bolívar son sus artesanías en Tela, productos elaborados en croché y macramé (además de la muy apreciada por muchos en Colombia y el mundo “La gaita”, y otro como el Cerro de Maco) y sería muy bueno investigar por qué se ha ido perdiendo este patrimonio y qué metodologías podrían funcionar para así no dejar que esta bonita tradición “San Jacintera” no muera a través del tiempo.

“Para entender el conocimiento que pueden producir las investigaciones cualitativas y cuantitativas sobre algún asunto social, desde el desarrollo y la cultura, es importante hacer una breve genealogía de ambos conceptos y de esta manera explorar sus posibles relaciones. Dicha relación en principio no es de una armónica confluencia: los dictámenes del desarrollo van muchas veces en contra de los asuntos de la cultura y la cultura en algunos casos es obstáculo para el desarrollo.” (Alba Mejía Leonardo, 2016, p.6)

“San Jacinto es un municipio colombiano perteneciente al departamento de Bolívar, el cual se caracteriza por ser una tierra de gente servicial y amable, gente orgullosa de su cultura y folclor, de sus hamacas multicolores, de sus mochilas, de su agricultura, de sus fiestas tradicionales, de sus Gaiteros ganadores de un Grammy Latino y en especial, de su gaita -instrumento musical que les ha dado reconocimiento internacional-.” (Conrado Barrios Milena, 2016)

 Una artesanía es una reproducción artística en masa y en muchos de los casos promueve la acogida a los valores socioculturales manteniendo una tradición, un estilo o algún tipo de estética deseado.

La artesanía san jacintera tiene una gran variedad de productos derivados de la hamacas, como son: mochilas, manteles, individuales, servilletas, cojines, centro de mesa, cubre lechos, cortinas, estolas, telas para tapizar muebles y mucho más.

“En los actuales momentos se desconoce la producción de artesanías en el Municipio, por no tener un censo real de los artesanos y el producto producido por estos. Uno de los factores que está desgastando a este gremio es el bajo costo que se le paga a los artesanos por el producto, razón por la cual que los adultos no quieren que los hijos elaboren productos artesanales.” (Wikipedia, La enciclopedia libre, 2016)

HISTORIA

“Los primeros pobladores del Municipio de San Jacinto fueron aborígenes de la cultura Zenú pertenecientes al reino Finzenú que se extendió hasta los Montes de María, caracterizados por su laboriosidad e ingenio en la agricultura y las artes, especialmente, en el tejido de hamaca y derivados del algodón. No obstante, la historiografía oficial registra el 16 de agosto de 1.776 como fecha de fundación de San Jacinto por Don Antonio de La Torre y Miranda, Capitán de Infantería en aquel entonces.15302319_10202497776322998_769146584_o

El Municipio de San Jacinto está considerado como el primer centro artesanal de la costa Atlántica, además también el primer comercializador de productos elaborados en telar vertical como hamacas y su diversificación, también produce productos elaborados en croché y macramé, así como también productos de la madera, la talabartería y los instrumentos de gaita entre otros.

En la época de la conquista española, los sinúes o zenúes, habitaban las sabanas no inundables y tenían relaciones comerciales con sus vecinos de la serranía de San Jacinto y de las riberas del río Magdalena. En el siglo XI se destacaba el gran centro religioso de Finzenú, en el valle del Sinú, que estaba bajo la dirección de una mujer que ejercía su dominio sobre varias poblaciones aledañas. El Panzenú era la denominación del valle de San Jorge; y Zenufana el valle del Nechí y el bajo Cauca, zona de producción de oro.

Con la Conquista y la Colonización española, se inició un proceso sistemático y violento de despojo de las tierras a las comunidades indígenas sinúes. En el siglo XV, al contacto con los hispanos y otras poblaciones no indígenas se produjeron cambios considerables en la cultura Sinú, como la pérdida de capacidad organizativa tradicional que fueron desestructuradas al implementar instituciones como la de encomienda y culturalización. Surge así en este siglo, la encomienda, dando origen a la formación de haciendas, mercedes de tierras y adjudicaciones a labriegos españoles, mestizos, negros, zambos y mulatos.

En las cercanías de los pueblos de San Jacinto y de San Juan Nepomuceno se encuentran los Petroglifos de San Jacinto, importantes restos arqueológicos de la cultura sinú.

Durante el siglo XVIII, los españoles reconocieron tres Resguardos Indígenas en el Distrito de Tolú: en San Nicolás de Bari (Lorica) , San Sebastián de Urabá y San Andrés de Sotavento (Mexión), con sus anexos Chinú y Pinchorroy (Chimá) y cabildo menor urbanu (sahagun).

Desde ese entonces, Los Indígenas traían las tradiciones culturales Zinues, estos se han ido desplazando por toda esta zona del país, dando como punto en común lo que hoy en día conocemos como San Jacinto.

Otras comunidades sinúes en Sucre y Córdoba han logrado reorganizarse y en la actualidad funcionan cabildos y organizaciones regionales de autoridades indígenas, que los rigen, representan y reivindican la recuperación de los resguardos. El fenómeno organizativo y de re identificación cultural se reflejó en el censo de población de 2005. Actualmente en su liderazgo existe la presencia del cacique mayor municipal, líder comunitario encargado de solucionar no solo los problemas que se presentan entre los habitantes de la población, sino también para los arreglos matrimoniales, realizados por la iglesia católica, hurtos que pueden ser pagados con dinero u otras sanciones.”(Wikipedia, La enciclopedia libre, 2016)

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